Cuando su refrigerador deja de enfriarse repentinamente, esa es la principal causa de alarma. No solo tiene la oportunidad de perder una gran cantidad de alimentos congelados y refrigerados que ha estado almacenando, sino que posiblemente también esté buscando una gran factura de reparación o tener que comprar un refrigerador nuevo. Cuando esto suceda, lo más probable es que lo primero que piense sea que el compresor se ha apagado, pero antes de apresurarse a llegar a esta conclusión, intente esta prueba simple que podría ahorrarle mucho dinero y molestias.
Desenchufe el refrigerador de la toma de corriente.
Aleje el refrigerador de la pared u otra obstrucción para tener suficiente espacio en el codo para trabajar.
Localice un panel lateral en el costado del compresor. Se sujetará con uno o dos tornillos que se pueden quitar girando en sentido antihorario. Use su destornillador de punta plana y retire este panel.
Debajo del panel habrá un dispositivo llamado interruptor de relé de arranque. Desenchufe esto del compresor.
Agite el relé en su mano y escuche un sonajero. Si suena, el relé está dañado y puede reemplazarse yendo a una tienda de electrodomésticos y obteniendo uno nuevo. Si no suena, el relé está bien y el compresor está mal y será necesario reemplazarlo.