Una suculenta es una planta como un cactus que posee hojas carnosas y gruesas y un tallo capaz de almacenar agua. Muchas plagas de suculentas hacen daño directo a las plantas; las hormigas no están entre ellas. Sin embargo, las hormigas pueden causar daños indirectos a las suculentas al introducir plagas nocivas como los pulgones y las cochinillas. Las hormigas "cultivan" estos insectos y cosechan su melaza para alimentar a sus colonias. Otro daño indirecto es causado si la colonia anida en el suelo alrededor de la planta e interrumpe su sistema de raíces.
Las suculentas son plantas como los cactus.Paso 1
Determine si las hormigas que ve en su suculenta son pulgones o cochinillas, o simplemente pasan de largo. Observa los caminos de las hormigas. Dado que a menudo "esconden" sus insectos en grietas de las hojas o dentro de las rosetas, no siempre es evidente que están cultivando.
Paso 2
Coloque un plato pequeño y poco profundo de agua azucarada cerca de la suculenta para atraer a las hormigas lejos de ella.
Paso 3
Elimine los pulgones o las cochinillas y su melaza con un chorro directo de agua, o limpie la planta con una esponja jabonosa. Esto puede solucionar el problema si se detecta temprano. Si las hormigas continúan llevándolos, continúe eliminándolos hasta que las hormigas se muevan hacia un territorio más fácil.
Paso 4
Trate a los pulgones o cochinillas con un insecticida, eliminando la fuente de alimento de las hormigas. Las hormigas seguirán adelante si no pueden tener éxito en su planta.
