Cómo curar el mortero

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El curado es una parte integral del proceso de trabajo con mortero, cemento y concreto. El mortero se mezcla con agua para hacerlo viable y ayudarlo a adherirse al ladrillo, la piedra y el bloque. Una vez que el mortero está en su lugar, comienza a secarse a medida que la humedad se evapora. Cuanto más lento ocurre este proceso, más fuerte es el mortero resultante. Los métodos de curado ayudan a ralentizar el secado del mortero, lo que resulta en una unión más fuerte y una estructura más duradera.

El mortero se usa con ladrillos, piedra y bloques de hormigón.

Paso 1

Disminuya la velocidad de secado del mortero cuando trabaje con ladrillos remojando los ladrillos durante la noche antes de usarlos. Esta técnica suministra un depósito de agua en los poros de cada ladrillo que se filtrará en el mortero con el tiempo, prolongando su tiempo de secado.

Paso 2

Mantenga el mortero húmedo rociándolo con una manguera cada pocas horas durante varios días. Ajuste la boquilla a una configuración de luz que empañe el mortero en lugar de una configuración que golpee el mortero con un fuerte chorro de agua.

Paso 3

Retenga la humedad en el mortero cubriendo su superficie con un material húmedo y absorbente, como arpillera o una lámina vieja. Este método se puede combinar con el Paso 1 para mantener el mortero constantemente húmedo durante días.

Paso 4

Cuelgue un trozo de plástico sobre el mortero para evitar que el agua que contiene se evapore demasiado rápido. Este método se puede combinar con el Paso 1 levantando el plástico y rociando ligeramente el mortero debajo de él cada pocas horas.

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